Jaca, capital del Pirineo aragonés. Su historia, ubicación y su importancia poblacional hacen de ella un importante centro de servicios y una capital turística de primer orden. Podemos visitar la catedral, magnífico ejemplo del románico con ajedrezado jaqués. La catedral empezó a edificarse en el siglo XI. También se puede visitar la Casa Consistorial con fachada plateresca y patio renacentista, la torre del reloj, edificio del gótico civil, el Fuerte de Rapitán y por supuesto La Ciudadela, edificio emblemático de Jaca. Se trata de un edificio del siglo XVI levantado por orden de Felipe II siguiendo las técnicas de defensa más avanzadas de la época con planta poligonal en forma de pentágono con baluartes en las esquinas y de construcción semienterrada con un foso, lo que permitía una defensa perfecta por todos los flancos. No podemos irnos de Jaca sin probar los deliciosos “Jaqueses” en la pastelería Echeto y los caramelos “Besitos”.

Después de unos 10 Km. de Jaca llegamos a Santa Cruz de la Serós, donde podemos visitar uno de los pueblos mejor conservados del Pirineo, con sus chimeneas coronadas por los conocidos espantabrujas, figuras que terminan las bellas chimeneas troncocónicas con una intención protectora de la casa.

Para finalizar se puede visitar el Monasterio de San Juan de la Peña que alberga buena parte de la historia de Aragón, es panteón de reyes y uno de los monumentos más bellos e inverosímiles que el hombre haya levantado. El monasterio alcanzó gran preponderancia histórica y entre sus riquezas monumentales destaca el magnífico claustro románico levantado entre la pared rocosa, la iglesia prerrománica, las pinturas del siglo XII dedicadas a San Cosme y San Damián y el panteón de nobles y el panteón real.

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